Aparecí con un adiós muy
susurrado
para que no se me
espantaran las ganas
de empezar.
Di el primer pasito y así
se sucedieron
los demás,
lentos pero fuertes,
saciando el hambre de las
dudas
con el polvo que levantaba
al andar
y que dejaba atrás.
Había oscuridad
pero las farolas se
encargaban de
ponerme guapa
-de alma, digo-
y recorrí el mismo camino
con falda vieja
y bragas nuevas.
Así
se cambian los orgasmos
sin
cambiar(me).
Pude
sentir las risas perdidas
en
lágrimas con nombre,
vi
al tiempo tirar su reloj
y
marcar las horas a besos.
Levanté
a un ángel caído
o
le di la mano al demonio,
como
lo queráis ver.
Y
me puso tan
que
canté hasta romper
las
sábanas.
Los
que creemos en el amor
también
follamos,
más
y mejor,
contigo o sin ti,
junio
viene ardiendo
y ya nos estamos quemando.
"Le dices al siguiente que te diga en tu barriga de su suerte" |
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