martes, 28 de abril de 2015

Siempre habrá un Tú

Trato de encontrar mi felicidad
en tu felicidad.
Pero creo que otros labios son
mucho mejor que los míos,
que esto no deja de ser
otra obsesión más.

La vida me sigue estudiando
mientras soy yo la que hace los
exámenes
y así no hay quien apruebe.

Llevo la inexperiencia a la espalda
y seguro
que me pillarían las chuletas 
que guardo en el bolsillo derecho,
por si el saber izquierdo
me falla.

Y mientras algunos deberían 
quitarse la venda de los ojos,
a mí me encantaría ponérmela,
y entregarme así,
sin nada,
como lo que soy.

Porque aunque la mirada sea
el reflejo del alma,
hoy te la quiero entregar
en tacto,
no sea que ponga los ojos 
en blanco
y confundas el orgasmo 
con el engaño.

Sigo creyendo que cualquier cosa
sería mejor que yo,
que nunca aprobaré la vida.
Pero llegas tú,
te pones la venda,
y tu sonrisa rompe todos mis
esquemas.

viernes, 24 de abril de 2015

La chica de los cabellos libres

Mi pie izquierdo ha montado 
un carnaval de pisadas,
mientras mi pie derecho 
le vitorea en señal de lo
mucho que lo ha echado de
menos.

Mis caderas llevan el compás
de la alegría,
y mis brazos levantan una brisa
de felicidad.

Piso fuerte y parece que voy en 
volandas;
y qué bonito dejar huella
incluso volando.

Todavía me noto pesada
de malas hierbas,
de pasados marcados,
de palabras bonitas
que se quedaron en palabras.

Hoy el brillo se ha apoderado
de mis ojos
y yo le dejo vía libre.

La vida me regala la sonrisa
más bonita dibujada en mi 
cara.

Ahora sí, 
tengo las tijeras preparadas,
me corto la melena
y las hierbas me resbalan,
como tú.

En mi media vuelta ya no dejo
nada.
Sobre mis hombros llevo la
libertad. 

Y qué bien me sienta.






miércoles, 22 de abril de 2015

La regla del 3

Tres minutos me bastaron
para escuchar que esos
andares
llevaban el sonido
del desastre.

Tres horas en mi cabeza
y ya podía sentir
los tsunamis,
los tornados,
los huracanes,
de tus ojos en los míos.

Tres días contigo
y a mi corazón se le pegó
tu acento.

Tres semanas a tu espalda
y me bailaban
los remordimientos
de mi falda.

Tres meses de tus sonrisas
soñadas en mi cama,
en mi almohada,
en mis sábanas.

Tres años de verte
y no tenerte.
De abrazarte sin
sentirme.
De inventarte.

Tres siglos son
mucho tiempo
pero sería capaz de
compartirlos contigo. 

Pero tú,
ni tres segundos
conmigo.














lunes, 20 de abril de 2015

L'ombre

Encontré las lágrimas en el último
te quiero,
en las sábanas intactas,
en el café sin leche,
en el único cepillo de dientes.

Te fuiste dejando la casa
barrida,
con otro olor,
ni siquiera olvidaste algo
de tu ropa interior 
en el armario.

Me encuentro como semilla
en tierra que no brota,
como un payaso sin nariz
roja,
como el color de mis labios
ahora
hechos cenizas.

Parece que la casa me arropa
como si también le doliese
no escuchar tu risa,
no ver el pasillo lleno 
de ropa,
no sentir las pisadas 
de tus talones.

Duermo en el sofá porque
la cama me parece un
agujero negro
y la almohada todavía
guarda tu recuerdo.

Ni las cervezas esparcidas
por el suelo
pueden hacer que se vaya
la pena.

Me cosí muy fuerte a tu
clavícula
y ahora me sangra.
Me llevé la peor parte
de la herida.

la huida.

A mi lado hay una sombra
que me mira
y puedo sentir que tardará
en irse.

La sombra



jueves, 16 de abril de 2015

Aquí paz y después guerra

Desconfío de las personas déjà vu, y no quiero formar parte de ese medio mundo nacido para joder al otro  medio.
No quiero pisar sobre mis huellas, así que estoy buscando tierra por la que andar.
Y ondeo mi bandera blanca en busca de un regazo que me quiera adoptar.
Mi niña dice que no muerde y se le escapa media sonrisilla. 
Te imagina con olor a mar, una sonrisa cálida y guitarra en mano.
Sueña con ponerte contra las cuerdas y que se haga melodía.
Que suba la marea mientras se suelta la melena. Y bailar la alegría alrededor de tu hoguera.
Hacerse sudor en arena mientras las estrellas se fugan buscando su atención.
Y que el faro se despiste y alumbre a tierra muerto de envidia.
Que dice mi niña que a lo mejor un poco muerde 
ahora lo sabes
aquí paz y después guerra.

De poesía, digo.



sábado, 11 de abril de 2015

Sábado de tintero y pluma

Tengo un sábado de tinta y Andrés. De musas perdidas. Aturdida en cuerpo y alma, llena de risas por fuera y lágrimas por dentro.
No hay nombre, ni hombre que me entienda. Y me hago mujer en plumas que me sostienen las palabras.
Perdí los sueños en una cama llena de ron, y desperté queriendo a la vida.
No quiero pisar Gran Vía si no es contigo, y aquí me tienes mirando fotografías como si Madrid no estuviera a la vuelta de la esquina.
He tenido una semana de salitre en los labios para curarme del sol y edad.
No encuentro a mi protagonista, y miro más de una vez debajo de la cama por si se ha convertido en monstruo.
Sin creer que se pasean por la vida casi rozándote el hombro.
Y ya no sé temblar, y no escapo.
Los volantes de mi falda se mueven sin darles impulso y es motivo de felicidad.
Pero hoy no me quito el pijama, que estoy aturdida en cuerpo y alma.
Puede ser que Suárez se haya convertido en okupa de mi lado izquierdo.
Espero que alguien me pueda ayudar...
Se me ha acabado la tinta y todavía me quedan plumas.

jueves, 9 de abril de 2015

"Hoy te he vuelto a recordar"

Oscilaban para el mismo lado y mantenían el mismo compás. Colgaban del mismo hilo como marionetas de un mismo palo, no sabían hablar.
Monotonía de una vida impuesta con tierra y mar. De forma redonda y grandes proporciones.
La existencia de ambas parecía irreal. Acompañantes de un camino invisible hecho más de una vez.
Soñaban incluso inertes. Y las dos, a la vez, juraron ante la atenta mirada de estrellas fugarse de filamentos.
Se descolgaron de su parte y echaron a correr.
-Volad, pequeñas gigantes, dejad de gravitar-
Se escuchan risas de libertad, se forman caminos de flores, esperanza a la vuelta de la esquina de una galaxia llamada Diversidad.
Choque, colisión, tropiezo y encuentro. Un fugaz hola, qué tal y descubrieron que sí podían hablar. Sonrisas que vuelven a los agujeros negros en paraísos cromáticos.
Primer roce que fuego hizo estallar, demacradas, deshilachadas, caricias de verdad. Se vuelven a encontrar, se conocen hasta el mar y la tierra hacen vibrar.
Lloran, gritan, ríen, hacen y deshacen besos y abrazos; y se conocen de hace un rato.
No me digas ni tu nombre que solo te quiero amar.
No se cansan de tocar los relieves de su piel, de hacerse más grandes que el universo testigo lleno de ecos musicales de gemidos.
No me sueltes, quédate.
Dos cuerpos que fueron a parar al mismo puerto de pluralidad. Se dejan llevar y se ríen en la cara del palo que dice que esto no es natural.
Agarran sus manos, son todas las maletas que tienen que llevar.
Al llegar a la galaxia lloran de felicidad. Amor libre en cada esquina, respeto en cada rincón.
Y repitiendo la primera mirada, la primera sonrisa y el primer beso prometen enseñar a quitar los hilos de los palos que no la quieren.

Juré contar nuestra historia, Diversidad

martes, 7 de abril de 2015

Modos de modales

He vivido a través de un mundo lleno de iris azules.
Me he enamorado de corazones llenos de iris oscuros.
He encontrado la inspiración en los pasos de iris verdes.
He llorado por personas con iris grises.

He vivido la humanidad en manos con arrugas.
Me he enamorado de la piel en manos suaves.
He encontrado la esperanza en manos pequeñas.
He llorado por familias con manos ásperas.

He vivido libertad en bajas estaturas.
Me he enamorado en las alturas.
He encontrado el respeto en lo corpulento.
He llorado por cuerpos consumidos.

He vivido en corazones rotos.
Me he enamorado de corazones imposibles.
He encontrado personas de corazón.
He llorado por corazones engañados.

He vivido en labios de color rojo.
Me he enamorado de la mordida de un labio.
He encontrado las ganas en una boca entreabierta.
He llorado por bocas cosidas sin libertad de expresión.

He vivido vida.
Me he enamorado del amor.
He encontrado el camino en el lado bueno de las cosas.
He llorado por la hipocresía.

Hablo en pasado cuando quiero hacerlo en presente
pero me da miedo que el futuro
viva, se enamore, se encuentre, llore
y yo no reaccione.