viernes, 20 de marzo de 2015

"En la piel agua y arena"

Dejo mis últimas pisadas en tierra, se acabaron los pies sobre el suelo.
Me enfrento ante ese inmenso espectáculo de olas 
que vienen a romper en mi último paso.
Maldita valiente y maldito canto de sirena.
Que me deja llevar engullendo cada parte de mi cuerpo.
Hasta el cuello,
alzo mi bandera y declaro la guerra a todos esos piratas que beben ron.
Busco mi tesoro allí donde otros barcos naufragaron.
Pero prometo surcar los mares y entregarte en cada verso el corazón.
Encontrar las piezas de nuestro puzle en corales de colores 
y hacernos el amor mientras la luna nos ilumina.
(A)mar intenso
provocando envidia en cada criatura (y no marina precisamente).




















Y si quieres, hacemos en islas desiertas colonias de emociones. 
Nunca es tarde para pisar tierra contigo 
y olvidar que alguna vez estuvimos varados.
Cómo puede ser que lleves en la piel agua y arena.
Y yo aquí dejando suelo firme en busca de tu sal.
Me dejo navegar.
Norte, Sur, Este u Oeste
Contigo
mar o tierra
ya me da igual.
Y vuelve a cantar que me embarco sin miedo
a ahogarme.
Contigo
yo
quiero
nauframar.


miércoles, 18 de marzo de 2015

El tren de lo real

Conozco
Siento
Veo 
el reflejo de la vida en el cristal de un tren.
Mi curso lleno de vagones que se llenan y vacían
Soy espectadora
de las risas, del sueño, de la alegría e incluso de las lágrimas.
Y sigo circulando sin parar, 
Y me encuentro con arrugas y chupetes.
Lo pasado y lo que queda por llegar.
Y miro a la oscuridad para entender la esencia de este tren.
Y encuentro sonrisas bonitas
ganas de leer
miradas curiosas
Y tú, o yo, frágil e inmóvil, con miedo a perder el equilibrio y caer.
Y observas todo esto desde una esquina y te quedas con las ganas de realidad. 
Porque
Conozco
Siento 
Veo 
La realidad.
Pero no la toco.
Aquí me encuentro mi chupete, mis arrugas, mi sonrisa bonita, mis ganas de leer, mi mirada curiosa.
Empiezo a moverme y a observar las cosas de cerca. Aprendo a tocar aquello que he querido alcanzar.
Y ya no hay pasado ni lo que queda por llegar.
Hay un presente circulando y el reflejo de ese cristal me recuerda que existe mi realidad.

jueves, 12 de marzo de 2015

Decálogo de un día cualquiera

Días que te matan a poesía, 
algo así como una explosión de versos disparados por una voz letal.

Enamorarte en tres minutos que dura una canción es amor. 
Incluso más real que el de aquel con la mano en el culo de su chica.

A veces la vida se ve mejor detrás de unas gafas de pasta 
como si de un cuadro de Renoir se tratara.

Creo que los transportes públicos son uno de los mejores inspiradores. 
Gente.

Acabo de envidiar a una paloma que volaba libertad.
 
Escucho una canción con la palabra frío en su título con 20 grados al sol. 

He visto el pasado personificado reflejado en un espejo.

Todo lo que signifique perder es drama.

He sentido una sonrisa sin verla.

Me he topado con una auténtica maravilla y he pensado que podría ser el final.





jueves, 5 de marzo de 2015

Noche de luna menguante y café portugués

Noche de luna menguante. Café portugués.
He perdido la cuenta de cuántas tazas llevo. La música no para de sonar y el aleatorio tiene ganas de jugar. Nuestra canción ha sonado varias veces y he enloquecido.
Ahora mismo he cogido un lienzo, ¿cuánto tiempo ha pasado desde que juré no pintar si tú no eras mi modelo? 
Caballete al lado de la ventana, paleta de colores pálidos y el café sobre el mantel. 
Algunas cosas nunca cambian, malditas costumbres.
Estuche de pinceles, recuerdos y primer color.
Con delicadeza empiezo a trazar como si lo hiciera en tu piel. El hormigueo empieza desde los pies. 
Me dejo llevar.
Mis manos se mueven sin control, salpican pintura, enloquecen, no soy participe de un espectáculo de tal envergadura, el sudor me recorre la sien, las piernas me tiemblan, cierro los ojos, los abro. 
Revolucionario.
Extraordinario.
Incontrolable.
Noche de luna menguante. Café portugués. Ahora derramado.
Modelo del lienzo, cuánto duele que no estés.
Mis yemas de los dedos los acarician.
Húmedos.
Incluso aquí sonríes valiente y me gritas bésame.
Empapelaré la pared con 50 lienzos como este para recordar lo que un día fue, y no olvidar que para mí todavía es.

Ahora soy yo quien grita 
VUELVE,
ATRÉVETE.

Aquí tienes el retrato de tus labios sobre el lienzo, me han hecho llorar al pintarlos.
Como tú aquella vez al besarme.
En esta noche de luna menguante y café portugués, te lo repito
Vuelve.

No es lo mismo pintarlos que sentirlos.