Hoy esto va por vosotros, por los que están, por los que estuvieron y por los que estarán. Creo que hay que empezar dando las gracias, siempre se estará eternamente agradecido porque ya sea por lo malo o lo bueno siempre me hacéis crecer. Y seguidamente, lo siento, por no estar a veces a vuestra altura, a lo que queréis o simplemente, por no ser lo que esperabais. Y lo siento si no estabais a mi altura, no era lo que quería o no fuisteis lo que yo esperaba.
Estoy, y estamos, llegando a un punto en el que el mundo que hemos construido durante décadas se empieza a derrumbar y pide a gritos una reconstrucción. Reconstrucción que cuenta, y menos mal, con piezas del mundo anterior intactas y conservando las fuerzas. No me arrepiento de nada que haya hecho caer este mundo, como tampoco me arrepiento de haberlo construido. Con esto, quiero volver a dar las gracias a aquellos que estuvieron y ya no están. Es imposible no recordar tantos momentos buenos, que al fin y al cabo es lo que importa. Y una lástima que llegue un momento de cambio, o que algunos no quieran cambiar, que empecemos a buscar lo que el otro no quiere encontrar o que donde hubo tanto cariño se disipe en un plis-plas. Pero es así, ni tú ni yo podemos hacer nada ante tanta intoxicación social. Así que, de nuevo, GRACIAS, espero que podáis encontrar esa pizca de recuerdos y sonriáis.
Y para las piezas intactas de mi mundo, y aquellas que se han unido hace poco, GRACIAS. Gracias por aguantar con tanta fuerza, cariño y vida. Por aceptar mi mundo tal y como es y no señalar nunca con el dedo. Por perdonar las crisis y abrazar la felicidad. Gracias por hacer que en mi mundo nunca falte la sonrisa, pero tampoco un hombro en el que secar las lágrimas, por regalarme la locura, los consejos, las broncas, la AMISTAD, así en palabras grandes. Gracias por ser como sois y hacerme lo que soy. Os prometo que lucharé fuerte por esto y dejaré al tiempo llevarnos donde nos corresponda.
Y para los que estarán, aquí está mi mundo. No tan diferente al tuyo, ni al del otro. Os invito a descubrirlo con la consecuencia de que lo sepáis disfrutar, nada más.
Y termino como empecé, GRACIAS por abrirme los ojos, cerrármelos y volvérmelos a abrir. Sin vosotros, hoy en día, no sería lo que soy. Y os puede gustar o no gustar, pero así soy y nadie lo puede cambiar, o sí. Intentadlo.
¡Va por vosotros!
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