Mi pie izquierdo ha montado
un carnaval de pisadas,
le vitorea en señal de lo
mucho que lo ha echado de
menos.
Mis caderas llevan el compás
de la alegría,
y mis brazos levantan una brisa
de felicidad.
Piso fuerte y parece que voy en
volandas;
y qué bonito dejar huella
Todavía me noto pesada
de malas hierbas,
de pasados marcados,
de palabras bonitas
que se quedaron en palabras.
Hoy el brillo se ha apoderado
de mis ojos
y yo le dejo vía libre.
La vida me regala la sonrisa
más bonita dibujada en mi cara.
Ahora sí,
tengo las tijeras preparadas,
me corto la melena
y las hierbas me resbalan,
como tú.
En mi media vuelta ya no dejo
nada.
Sobre mis hombros llevo la
libertad.
Y qué bien me sienta.
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