sábado, 12 de noviembre de 2016

Me quise como espero que nunca me quieran



El blanco y negro duele,
me nublo en un paisaje de luces
que me ciegan.

Al otro lado siempre hay alguien
que me sonríe,
y yo ya he perdido la fe en la risa.

Me han hablado del amor como 
locura,
y no hay nada más cuerdo 
que la elección de lo que uno 
siente.

La tristeza que no merezco
me ha golpeado por los tropiezos
de otra gente.

Ya no sé mirar más allá de mis manos,
de las grietas que en mis dedos  
se hicieron una noche de verano.

Los ojos clavados me empiezan a cansar,
el pasado que no comprendo siempre
está cerca,
la felicidad de la que no es persona
me harta.

Me he escrito el propósito del olvido
cien veces,
y mil veces lo he incumplido.

Y no,
no pienso en ti, solo, 
en mi recuerdo desenfocado.

Lo estoy volviendo a escribir,
el blanco y negro sigue doliendo,
vez 101.

Me quise como espero que nunca me quieran.
Como una puta mierda.

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