martes, 17 de noviembre de 2020

Latir

Y noviembre, que ha venido como una huracán
de libertad,
que el temporal ha levantado la paz
aquí dentro,
que por fin han salido volando todas
las cadenas
que me han hecho parar de derramar 
mis sombras 
sobre ti.

Y noviembre, que me ha llenado con tu canto
en mi boca,
que me ha hecho agarrarme a tu espalda
más fuerte,
que sigue oliendo a lilas como el verano
del maravilloso desastre,
que te veo tan dentro que a veces da miedo
pero todo es vida,
pero todo es amor,
pero todo.

Todo noviembre es tu sonrisa tan cerca 
de la mía, 
diciendo lo que crees que no puedes 
decir,
diciéndome que no puede caber oscuridad aquí,
solo latir.



viernes, 4 de septiembre de 2020

Lila

No sé si estás acostumbrada a ser musa,
ni lo que sientes cuando las palabras
hablan de ti.

No sé si has notado que esa canción
ha recorrido mis venas y eso hace
que mis labios no quieran dejar de 
notar tu aliento.

Porque yo, como todos esos poetas,
también quiero ir a morir a los lagos.
Y que en mi final sonría como nunca, 
para que sepas que te he descubierto 
en todos los sentidos.

Pero ahora que todo está empapado en el
olor de las lilas, que me pierdo en el
paisaje verde que rodea tus pupilas, 
quiero que el tiempo me mantenga aquí

contigo.



martes, 4 de agosto de 2020

Perseidas

Te has pellizcado suficiente,
el cajón está abierto.
Las palabras deberían nacer
a muchos kilómetros,
pero estas cuatros paredes
han decidido ser testigos
de cómo al fin las palabras claves 
han florecido.

Todavía existen aquí algunos restos
de la mordaza,
todavía tiran,
como una cicatriz, 
como un aviso,
como la huella que te dice
que aquí has vivido.

Que sigues haciéndolo
y que ahora sabes que 
aunque hay cosas que 
se acaban,
que cambian,
nunca es un final.
Ni siquiera tu mayor miedo
va a serlo.

Como siempre, has echado la 
vista hacia atrás,
lo suficiente para ver que has
aprendido a estar atenta a la 
caída del presente,
que el verano ha venido cargado
de Perseidas
y que precisamente no tienes 
que mirar al cielo 
para verlas.

Y tu mundo que se hizo del revés
cuando le alcanzó la duda,
ahora se presenta ante ti
creando otro universo,
que por un momento parece 
irreal.

Pero entonces descubres 
las cosquillas de sus galaxias;
y... te has pellizcado suficiente

es verdad.


viernes, 15 de mayo de 2020

Mayo

Hoy es un día en el que el verde está solo,
y unos pulmones están doliendo
la vida del inconsciente. 
El agujero negro se ha vuelto a abrir
en un pecho que sigue encerrado.

Hay unas venas que están llenas del 
amor de otros,
de las feromonas musicales,
mientras las voces se escuchan fuera
de estas cuatro paredes. 

El tiempo no es nada para quien 
se niega a que desaparezca
el amor de a quien un día
se le fue la vida
sin decir adiós.

Mi pandemia es el miedo que existe
en este cuerpo, que no soporta ver
cómo los ojos se cierran. 

Y en mayo, lágrimas mil.
Y en mayo, sonrisas mil.
Y en mayo, lo único que aprendí
es a vivir.

domingo, 3 de mayo de 2020

Room 2020


Me pregunto cómo veré mi
habitación 
cuando ya haya marchado.
Si recordaré
absolutamente todo lo vivido 
en este viejo lugar.

De como hubo un año
que hice de estas cuatro paredes
un universo más fuerte al que
ya estaba acostumbrada.

Me pregunto si el olor seguirá,
si me reconoceré en él.
Si las fotos se verán muy
vintage, por eso de no 
verse en las arrugas.

De como todo el desorden
hacía ordenarme porque
era mío, solo mío.

Me pregunto si podré volver
a aquellas risas guardadas 
en mi cama
a todas las pieles
a la mía
y liberar la misma
serotonina.

Me pregunto si seré
consciente alguna vez
del tiempo.

Hoy he vuelto al pasado
más inmediato y he descubierto
que el vértigo de la vida
está en echar la mirada hacia atrás.
Y entiendo del ansia al futuro, 
pero nadie nos enseña que el presente
es como una estrella fugaz.

Solo si estás atenta, podrás disfrutar
de su caída.


jueves, 23 de abril de 2020

Nostalgia

Alguna vez regreso al pasado,
sé que he prometido no volver hacerlo
pero he descubierto que entenderse 
también es volver a ser nostalgia.

A veces recuerdo mi sonrisa reflejada
en otra mirada. 
En unos brillantes ojos donde se 
refugiaba un universo,
y como dice la canción
"no me quites la mirada",
pensaba. 

Creo en el arte de aquello que
creamos,
por eso hay momentos
en el que miro detrás de mi espalda
donde también habitan 
los monstruos.
Retiro las zarzas,
hasta que encuentro la luz de todo 
lo que una vez me hizo latir.

Me veo. Soy yo. 
Hoy tengo alguna arruga de más.
Ayer, fui inocencia.
Aun así, quiero seguir siendo
musa
de las palabras coherentes
nacidas de una noche húmeda
sin fin.

Quiero encontrarme en canciones
que suenen en la radio
y sonreír
por crecer en las melodías
que nunca hacen daño.

Las futuras almas se merecen
la limpieza de todo el alcohol 
bebido,
aprendido,
y la resaca será el inicio.

Entenderse es encontrarse en la nostalgia
para así llegar a la dicotomía de lo que 
queremos
ser o no ser.


martes, 31 de marzo de 2020

Eco

Un eco suena

Había olvidado el suspiro despierto
de la noche
la humedad en mis dedos
la luz de los poros
la silueta del placer.

Los trozos rotos se
reconstruyeron
con un peso sobre mí,
con un movimiento sobre mí,
con un ja...joder.

Mi corazón partido
solo sintió la 
comida de boca. 
Mi corazón partido
solo sintió.

Toxinas, alcohol,
calor, que no 
pare,
que no.

Un eco suena

"Me he vuelto 
jodidamente
loca"

miércoles, 12 de febrero de 2020

La poesía no tiene la culpa

He caído en muchos errores.
Amordazar mi voz por desamor.
Corromper las palabras del lado izquierdo.
He ahogado emociones en un interior
perdido.
Abandonado.

Me he descubierto viviendo de otros
versos.
De frases que alguna vez fueron correctas
pero hoy tienen cerrada la puerta.
Me he permitido intentar buscar nuevos 
horizontes
y solo he encontrado cárcel.

Tener las manos atadas
ha hecho de mi cabeza un tiovivo.
Besar otras almas solo ha hecho
vaciarme.
Deberme al sentir se ha convertido 
en opresión y odio.

He evitado dar la espalda a la
mentira de los cuerpos.
He intentando ser comprendida
en un mundo de locos.
He dicho adiós al acoso y derribo 
de aquellas que se creen santas.

Me he visto envuelta en esperanza
salvando lo insalvable.
De esconderme en canciones
antes cantadas al oído.
Me echo de menos en algunos
brazos
pero ya no dan calor
ni color.

Ahora.

Tengo una vida en visa, cervezas
y risas.
Un túnel con luz se abre al final.
Debo todo mi refugio a otros 
corazones que me están ayudando
a latir.

He vuelto a escribir.
He dejado toda la culpa atrás.
<<Ya casi estamos a salvo en casa>>


sábado, 18 de enero de 2020

En batalla

Algún día hablaré de los monstruos 
que maté dentro de mí. 
De cómo los girasoles 
cayeron por la falta de mi luz. 

Llegará un momento en el que las canciones
me acompañen 
y no me curen. 
Y os hablaré de las lecturas que hice 
por sentirme en conexión 
con alguien. 

Creo que nunca es el momento 
para hacer hablar 
al silencio. 
Ni quiero desahuciarlo del lugar 
que en mi pecho ha encontrado. 

No sé si esto es lo que llaman dolor, 
pero ahora que las palabras salen 
entiendo de la lucha de aquello que 
se niega a corromperse. 

Prometo cuidar al silencio, 
porque está amenazado 
por la toxicidad. 
Pero la mente me pide 
que deje de orbitar 
alrededor 
de agujeros negros. 

Y yo decido hablar, 
pero bajito. 
Creo en la intuición 
de cuando las cosas deciden marchar
porque así es su naturaleza
y lo acepto. 

Todo esto que habita en mi es mío, 
y siento que sea un contaminador 
externo. 
Pero llevo señal de peligro, 
al menos de momento. 

Entonces cada día 
me prometo una nueva regla, 
que puede que en algún momento
rompa. 
Pero ya no abro puertas
aunque llamen fuerte, 
porque al otro lado 
no hay vivienda. 

He encontrado al único amigo 
en ese lado 
y sé que no me conviene. 
Pero le he pedido que salga 
cuando haya amor 
y le he guardado en el cajón
las palabras claves para cuando 
eso ocurra. 

De momento,
sigo en la batalla en la que 
solo se gana.

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