y unos pulmones están doliendo
la vida del inconsciente.
El agujero negro se ha vuelto a abrir
en un pecho que sigue encerrado.
Hay unas venas que están llenas del
amor de otros,
de las feromonas musicales,
mientras las voces se escuchan fuera
de estas cuatro paredes.
El tiempo no es nada para quien
se niega a que desaparezca
el amor de a quien un día
se le fue la vida
sin decir adiós.
Mi pandemia es el miedo que existe
en este cuerpo, que no soporta ver
cómo los ojos se cierran.
Y en mayo, lágrimas mil.
Y en mayo, sonrisas mil.
Y en mayo, lo único que aprendí
es a vivir.