Desconfío de las personas déjà vu, y no quiero formar parte de ese medio mundo nacido para joder al otro medio.
No quiero pisar sobre mis huellas, así que estoy buscando tierra por la que andar.
Y ondeo mi bandera blanca en busca de un regazo que me quiera adoptar.
Mi niña dice que no muerde y se le escapa media sonrisilla.
Te imagina con olor a mar, una sonrisa cálida y guitarra en mano.
Sueña con ponerte contra las cuerdas y que se haga melodía.
Que suba la marea mientras se suelta la melena. Y bailar la alegría alrededor de tu hoguera.
Hacerse sudor en arena mientras las estrellas se fugan buscando su atención.
Y que el faro se despiste y alumbre a tierra muerto de envidia.
Que dice mi niña que a lo mejor un poco muerde
ahora lo sabes
aquí paz y después guerra.
De poesía, digo.
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