miércoles, 22 de octubre de 2014

Entre cervezas, música y personas

¿Cuánto os dura un corazón
de porcelana?
Lo que me gusta un antro desaliñado, lleno de converses reventadas, camisas desabrochadas y cerveza de perfume. Personas con pelo encrespado, labios rojo carmín y barba de tres días. Sonrisas libres, miradas locas. Tocadiscos con rock, indie, pop. Lo que se denomina buena canción o acústicos con guitarra en mano y palabras de corazón. Qué cara de fieras la de la morena y el rubio de las melenas, en cualquier momento se pegan un bocado en la entrepierna. Y aquellas dos, dándose la mano debajo de la mesa mientras los otros dos chicos se lo dan con lengua. Camarera, ¡qué no paren la cervezas!

Qué bien sabe la libertad entre canciones de Carmen Boza, entre personas, y no gente, entre ganas de morderse y hacer el amor hasta perderse. Aquí, tonto el que no toque y no se lleve la marca de algunos dientes. Cuidado, que el alcohol se te va subiendo a las sienes. 

Menuda mierda te has cogido sin hierba. ¿Qué es lo que sientes entre las piernas?, ¿algo así como tocar el cielo y besar a las estrellas?. 
Joder, espera, qué se puede encontrar el amor entre cervezas, música y personas, y llegar al orgasmo en un antro desaliñado como es la vida.


Qué maravilla.

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