He prometido no despedirme
nunca más.
Odiar a la
muerte mucho más
de lo que ya lo hacía.
No creeré en las pérdidas que dicen
estar mandadas y queridas por un
ser superior.
Recordaré con el
pensamiento del corazón
y se me secarán las
lágrimas.
Cumpliré objetivos por mí
y por aquellos
que lo deseaban mucho más
que yo,
ahí seré valiente.
Miraré a cada estrella
como si lo hiciera
a los ojos que se cerraron
para siempre
y les haré un guiño de
todo bien.
Echaré de menos y amaré
más, moriré viviendo
por todos aquellos que vivieron
para morir.
Porque no es cuestión de
uno, es cuestión de todos.
Y ahora coged las vida al
vuelo que se escapa o te la
quitan. Somos personas no
armaduras,
aunque algunos lo crean.
Hoy el corazón me late un
poco más fuerte
me di cuenta un poco
tarde,
te prometo utilizarlo esta
vez.
Esto no es una despedida,
porque siempre estás y lo
siento,
pero no como todos
aquellos me dicen.
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