Hay un foso de humanidad. Gran Vía se está volviendo gris.
Tomamos caminos opuestos, pero miramos atrás. No dejo de inspirar con ademán de
guardar este olor para mucho tiempo. El miedo echa raíces desde los túneles del
metro y no son los trenes los que se pierden. Al doblar la esquina, qué tendrán
que decir aquellas culpables del adiós. Acaricio el nerviosismo de las manos y
noto el vacío. Retrato el momento, me rompo por dentro. Se va el roce de labios y todo está seco.
La vida se antoja sin sueño ni despertar. Se antoja de situaciones no compartidas. De lágrimas de aquellos que por no entender, te aumentan el anhelo. Se antoja de tristeza, de sonrisas culpables, de evasión de pensamiento. Se antoja de te echo de menos, pero es tu tiempo. Se antoja de valentía. Se antoja de calma. Se antoja de mariposas hambrientas de cambios pero no de vida nueva.
La melodía in crescendo marca el compás de los sentimientos. Las fotografías llenas de recuerdos. La tranquilidad de una mirada que ama y espera, y espero. Cura incluso antes de la enfermedad. Fuerza de independencia y libertad. Alas que siempre hacen renacer para volar. Gratitud de la felicidad correspondida. Sábanas de roce que mecen hoy mi cuna.
El amor vence todo, primer paso...
Puedes ver, cómo respeto todo lo que estás viviendo, cómo lo hago solo porque creas que es cierto, y que en mi vida solo queda una razón y un verso.
Y lleva tu nombre |
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