jueves, 7 de enero de 2016

"El secreto del centro de mi tierra"

Acabo de hablar directamente con el miedo
me he tomado el tiempo necesario para conocerle
comprenderle y sentirle de otra manera.

Me he atrevido a acercarme a pocos pasos,
a notar su respiración en mi cara y escuchar sus latidos.
Incluso alcé mi mano para acariciarle
y se dejó tocar.

He visto cómo llora el miedo, cómo se arrodilla para
pedir perdón, cómo mira con culpa y decepción.
Me arrodillo inmediatamente y le sostengo.

Nunca un encuentro fue tan realmente profundo
interno
extraño
y reconfortante.

Miro sus manos agarradas a las mías, sus venas marcadas
como las mías, las lágrimas corriendo por sus mejillas 
que mojan las mías.

Maldito momento en el que siempre se llega tarde...

El miedo no tiene la culpa de nada
pero nosotros,
nosotros seguimos llamando miedo al que nos grita
que todo es posible.



No hay comentarios:

Publicar un comentario