miércoles, 24 de junio de 2015

Real

Un momento,
quédate
así sin nada
ni nadie
más.

No eches alas todavía
y sigue llenando mi cuerpo
de huellas
-esas que hacen tu risa-.

Un momento,
te quiero mirar más
que esos ojos tienen mucho
que decir
y no te he besado lo suficiente
como para descubrirlo.

Y ese mundo tuyo en las
manos
lleno de vida y placer
de muerte y resurrección
de mito y verdad.
Amor,
tócame y hazme.

Hazme libertad en cualquier
rincón,
quítame los miedos y las dudas,
las bragas por el suelo,
el colchón revuelto,
dame sudor, lágrimas, orgasmos
dame de ti.

Tú,
que te pido un momento y me lo
das,
que aunque no te vayas quiero
que te quedes,
que hablo de ti por no hablar de mi
o de nosotros.

Dublín me suena fuerte  y
las musas nunca mueren
sino que pasean desnudas
por mis más recónditos
pensamientos haciendo de mi
poesía corazón.

Te estás convirtiendo en musa
-creo que ya lo eras-
aun así ya sabes  lo que
conlleva todas estas venas
transportando los sentimientos
que ellas quieren.

Un momento,
ahora que estás
muerde
aquí
y también aquí.
No es un sueño.

Real.

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